México puede convertir su lucha contra el narcotráfico en una política de Estado que, más allá de ideologías, comprometa a los sucesivos gobiernos en la erradicación de esos grupos criminales, sugirió el ex presidente colombiano Ernesto Samper.

En un artículo de opinión publicado este martes en el diario español El País, el ex mandatario (1994-1998) recordó la evolución de la lucha contra el narcotráfico en su país, y la forma en que México podría seguir ese ejemplo.

Expuso que a raíz del asesinato del candidato presidencial colombiano en 1989 Luis Carlos Galán, que había levantado en solitario la bandera del combate al crimen organizado, el país se percató 'de que los poderosos cárteles no desfallecerían hasta ver arrodillados o enterrados a quienes consideraban sus enemigos'.

Añadió que a partir de la Constitución de 1991 se asumió el combate al narcotráfico como una política de Estado que, independientemente de cualquier consideración ideológica, debería comprometer a todos los gobiernos en la erradicación de esas agrupaciones criminales.

Se revisaron esquemas operativos, se protegieron jueces y periodistas, se depuró la policía, se establecieron penas draconianas, se consagró la extinción del dominio de bienes producto del crimen, se combatió el lavado de activos y se restableció la extradición de nacionales, refirió.

Afirmó que esta decisión, 'que tuvo ribetes de una cruzada, al principio considerada suicida, nos permitió desarticular los cárteles de Cali y Medellín y sentar las bases de una política coherente que todavía hoy, 20 años después, se aplica'.

Sostuvo que 'México está a tiempo de aprender la dolorosa lección colombiana', pues existe la percepción de que el Presidente Felipe Calderón libra él solo la lucha contra el narcotráfico 'ante la mirada crítica o escéptica de muchos sectores que piensan que se trata de una política del gobierno que no los compromete'.

Samper señaló que incluso hay quienes proponen una especie de acuerdo de paz con los narcos, pero advirtió que eso sería como 'la teoría del apaciguamiento de Chamberlain de dejar que Hitler invadiera sólo a sus vecinos para no exacerbar más allá sus ánimos imperialistas'.

'Los mexicanos podrían colombianizar en el mejor sentido su estrategia de lucha contra la droga si consiguen convertirla en una política de Estado', consideró el ex mandatario.

Asimismo, sugirió que se adopten 'medidas de fondo como las que se adoptaron en su momento en Colombia en relación con el combate de las fuentes de financiamiento y reciclaje de los dineros obtenidos con el crimen'.

El ex presidente colombiano consideró que a estas alturas proponer la legalización de algunas drogas como salida al problema 'es como ofrecerle lecciones de natación a un sobreviviente en la mitad de un naufragio'.

'Lo que aquí está en juego no es si las drogas ilícitas deben o no ser reprimidas -y la discusión es válida en un contexto distinto-, sino la propia supervivencia de las instituciones mexicanas como parte de un Estado social de derecho internacionalmente reconocido', acotó.