Por oem.com.mx
13/06/2011

Ciudad del Vaticano.- Benedicto XVI dirigió esta vez su plegaria para la paz en el mundo a los mártires del nazismo y a la intercesión de quienes murieron en nombre de Cristo en los campos de concentración de Adolfo Hitler. "A ellos imploro su ayuda para que el diálogo prevalezca sobre las armas y el respeto de la dignidad humana supere los propios intereses", afirmó el Papa desde la ventana de su estudio privado en el Vaticano.

Durante el rezo del "Regina Coeli" (reina de los cielos), que en este periodo litúrgico sustituye al tradicional "Ángelus", el jefe de la Iglesia católica lanzó un nuevo llamado a la paz y lo hizo en una ocasión particular: la solemnidad de la Pentecostés, recordando que hoy en la ciudad alemana de Dresden será proclamado beato Alojs Andritzkiel, "sacerdote y mártir asesinado por los nacional-socialistas en 1943 a la edad de 28 años".

"Alabemos al Señor por este heroico testimonio de la fe -afirmó el Pontífice-, que se agrega a quienes dieron la vida en nombre de Cristo en los campos de concentración" nazis, confiando a su intercesión la causa de la paz en el mundo".

En este contexto -añadió-, imploro "al espíritu santo que inspire los propósitos de paz" y sostenga los intentos para "que el diálogo prevalezca sobre las armas y el respeto de la dignidad del hombre supere los propios intereses... y convierta por lo tanto a los corazones desviados por el egoísmo".

Poco antes, en su homilía durante la misa en la basílica de San Pedro, Benedicto XVI afirmó que la Iglesia no deriva solamente "de la voluntad humana", sino que es "animada por el Espíritu Santo", precisando que si no fuese así "desde hace tiempo se habría extinguido, así como pasan las cosas humanas".

En este contexto, el Papa elogió la labor de la Iglesia, puntualizando que "abraza al mundo entero, supera todas las fronteras de raza, clase y nación; derriba todas las barreras y une a los hombres".

* Reforzada, con discreción, la vigilancia alrededor del Papa

Por otra parte, durante la misa en la basílica vaticana, si bien de manera discreta, fue visible el aumento de las medidas de seguridad alrededor del Pontífice. Ello después del mensaje de Al Qaeda según el cual el Papa y el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, representan "un blanco fácil".

Benedicto XVI ingresó en procesión a la basílica hacia el altar mayor, pero contrariamente a otras ocasiones, no se acercó a saludar personalmente a los fieles que lo aplaudían. A su alrededor la seguridad controlaba los movimientos de la gente y sólo al final, una vez concluida la misa, el Papa se acercó a acariciar a un niño en brazos de su mama, debidamente controlada antes.