SANA/ADEN (Reuters) - El presidente yemení Ali Abdullah Saleh apareció en televisión el jueves por primera vez desde el intento de asesinato de hace un mes y dijo que estaba preparado para compartir el poder dentro del marco de la Constitución.

Saleh, que se está recuperando en Riad después del ataque con bombas del 3 de junio al palacio presidencial, mostraba signos de quemaduras graves en la cara, con barba de varios días en lugar de su habitual bigote grueso.

Llevaba vendas en los brazos y manos cuando apareció en la televisión yemení en una entrevista grabada.

"No estamos en contra de la participación, estamos a favor de la participación de todos los poderes políticos, sean de oposición o gobernantes, pero bajo la luz de un programa en el que todos estén de acuerdo", dijo Saleh.

El presidente, quien viajó al vecino Arabia Saudita para recibir tratamiento tras el ataque, ha resistido en el cargo pese a la presión internacional y a seis meses de protestas contra su Gobierno de 33 años.

Saleh dijo que "enfrentaría el desafío con un desafío", una frase provocadora que a menudo ha utilizado en discursos.

Las especulaciones sobre la salud de Saleh y la probabilidad de su retorno a Yemen se han extendido en las últimas cinco semanas. "He pasado por ocho operaciones con éxito y he sufrido por las quemaduras", dijo agradeciendo al rey Abdullah de Arabia Saudita por acogerlo.

"El discurso fue normal, no ofreció nada nuevo. Es el mismo discurso de Saleh al que estamos acostumbrados", dijo un activista de Saná, donde se celebró con fuegos artificiales y disparos tras la alocución. Un manifestante murió y decenas resultaron heridos, dijo una fuente médica a Reuters.

MAS VIOLENCIA

En la ciudad de Ibb, al sur de Saná, hombres armados a favor del partido gobernante atacaron a los manifestantes, matando a dos personas e hiriendo a 10, contó a Reuters otra fuente médica.

El opositor Sultan al-Atwani dijo que el discurso de Saleh apenas aclaró los rumores acerca de sus heridas. "Es evidente que su estado no es bueno. Y respecto a su discurso, no fue nada nuevo y la participación de la que habló no llegará hasta que haya un diálogo nacional tras la transferencia de poder".

Más temprano el jueves, un líder de la oposición dijo que el vicepresidente, Abd-Rabbu Mansour Hadi, quien ocupa la presidencia mientras Saleh se recupera en Riad, se acercó a los disidentes con un nuevo plan para acabar con el estancamiento del país.

Con este plan, Saleh se habría quedado en el poder más tiempo de lo propuesto por la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que el presidente rechazó tres veces a último momento, dejando al país en el limbo político.

Bajo el acuerdo del CCG, Saleh habría renunciado 30 días después de firmarlo.

"La esencia de estas ideas es iniciar el período de transición formando un Gobierno nacional liderado por la oposición y cambiando la fecha de las elecciones presidenciales de 60 días a un período más largo, sin transferir completamente el poder al vicepresidente", indicó el líder de oposición, que habló con Reuters bajo condición de anonimato luego de una reunión con Hadi.

El nuevo plan es un retroceso para la oposición, que se ilusionó con que la salida de Saleh del país para recibir tratamiento médico podía significar el fin de su Gobierno.

Pero mientras los veteranos líderes de Egipto y Túnez cedieron ante las demandas populares, Saleh ha demostrado ser un astuto sobreviviente político.

(Reporte adicional de Jason Benham en Dubai, Amena Bakr en Riad; Escrito por Isabel Coles y Nour Merza, editado en español por Juana Casas y Javier Leira)

Por lta.reuters.com