Caracas, Venezuela.- Las Chivas del Guadalajara perdieron 2-0 ante Caracas FC de Venezuela en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2009, en partido jugado anoche en el estadio Olímpico de la UVC.
Secas quedaron las Chivas luego de explotar con 11 goles en dos partidos. Así, de pronto, perdieron presencia, imaginación, coraje y gol.
Desfondadas, cayeron a manos del Caracas FC. Y no sólo eso. Perdieron el olfato goleador, al irse en blanco por primera vez en lo que va del año.
Peor aún, cedieron a su verdugo de esta noche la cima del Grupo 6 de la Copa Libertadores y retornaron al pantano de irregularidad que tanto ha golpeado al futbol mexicano.
Pletórico, el estadio Olímpico de Caracas disfrutó de principio a fin el abrumador dominio de su plantilla. Ni un rasguño se llevó de las ruidosas Chivas, incapaces de generar una sola ocasión de peligro.
Cansadas, convencidas de que el fangoso campo venezolano complicaba su juego, las Chivas cedieron el balón sin inconvenientes.
La pálida prenda verde los contagió. Que vuelvan los regaños de Jorge Vergara, porque el fantasma del desencuentro se impregnó en la descolorida casaca tapatía.
Incapaces de generar alguna aproximación, apenas esbozaron un intento a los 18 minutos, cuando “El Chicharito” Javier Hernández conectó un tiro muy cruzado que no inquietó al guardameta Renny Vega.
En cambio, cada vez más insistente, el Caracas amenazó con tiros de Giovanny Romero, Bremer Piñango y Rafael Castellín, éste último capaz de forzar el lance de Luis Michel.
Y aunque la tarea de aguantar el empate parecía superada al término del primer tiempo, tras el cobro de un corner, Andrés Bustamante se encontró con varios rebotes para fusilar a Michel, ante las complacencias de la perdida zaga chiva. Ahí empezó el suplicio tapatío.
No fue todo
En el arranque del complemento (51), Jesús Gómez proyectó un servicio por izquierda que recepcionó Darío Figueroa y tras recortar a Jonny Magallón, disparó potente para vencer la meta del Rebaño.
Imposible imaginar algún tipo de reacción. Sin Omar Arellano, pero completo en los demás nombres, Chivas intentó levantar con los ingresos de Jared Borgetti y “El Gaucho” Sergio Ávila. Pero no, la infranqueable tropa venezolana organizó peligrosos contragolpes y de no ser por Michel, Jamerson Rentería se habría apuntado el tercer tanto y la goleada sobre Chivas... sin gol, sin futbol, sin idea, porque secas quedaron.
Via. El Universal
Secas quedaron las Chivas luego de explotar con 11 goles en dos partidos. Así, de pronto, perdieron presencia, imaginación, coraje y gol.
Desfondadas, cayeron a manos del Caracas FC. Y no sólo eso. Perdieron el olfato goleador, al irse en blanco por primera vez en lo que va del año.
Peor aún, cedieron a su verdugo de esta noche la cima del Grupo 6 de la Copa Libertadores y retornaron al pantano de irregularidad que tanto ha golpeado al futbol mexicano.
Pletórico, el estadio Olímpico de Caracas disfrutó de principio a fin el abrumador dominio de su plantilla. Ni un rasguño se llevó de las ruidosas Chivas, incapaces de generar una sola ocasión de peligro.
Cansadas, convencidas de que el fangoso campo venezolano complicaba su juego, las Chivas cedieron el balón sin inconvenientes.
La pálida prenda verde los contagió. Que vuelvan los regaños de Jorge Vergara, porque el fantasma del desencuentro se impregnó en la descolorida casaca tapatía.
Incapaces de generar alguna aproximación, apenas esbozaron un intento a los 18 minutos, cuando “El Chicharito” Javier Hernández conectó un tiro muy cruzado que no inquietó al guardameta Renny Vega.
En cambio, cada vez más insistente, el Caracas amenazó con tiros de Giovanny Romero, Bremer Piñango y Rafael Castellín, éste último capaz de forzar el lance de Luis Michel.
Y aunque la tarea de aguantar el empate parecía superada al término del primer tiempo, tras el cobro de un corner, Andrés Bustamante se encontró con varios rebotes para fusilar a Michel, ante las complacencias de la perdida zaga chiva. Ahí empezó el suplicio tapatío.
No fue todo
En el arranque del complemento (51), Jesús Gómez proyectó un servicio por izquierda que recepcionó Darío Figueroa y tras recortar a Jonny Magallón, disparó potente para vencer la meta del Rebaño.
Imposible imaginar algún tipo de reacción. Sin Omar Arellano, pero completo en los demás nombres, Chivas intentó levantar con los ingresos de Jared Borgetti y “El Gaucho” Sergio Ávila. Pero no, la infranqueable tropa venezolana organizó peligrosos contragolpes y de no ser por Michel, Jamerson Rentería se habría apuntado el tercer tanto y la goleada sobre Chivas... sin gol, sin futbol, sin idea, porque secas quedaron.
Via. El Universal
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