Por informador.com.mx

08/06/2011

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA - Activistas y familiares de víctimas de la violencia en Ciudad Juárez, norte de México, anunciaron hoy que se unirán a la caravana por la paz que encabeza el poeta Javier Sicilia, con quien se entrevistarán el sábado en El Paso (EU).

"Queremos dejarles saber que no porque nos hayan corrido de nuestro país y estemos refugiados en otro, significa que la lucha por justicia terminó", afirmó desde El Paso, fronteriza con Juárez, Juan Frayre, hijo de Marisela Escobedo, activista asesinada en el norteño estado de Chihuahua.

Sicilia, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado a fines de marzo en el central estado de Morelos, inició el sábado pasado un recorrido por varios estados mexicanos para exigir el cese de la violencia que azota al país y un cambio en la estrategia de la lucha contra el crimen organizado.

La "caravana del consuelo", que ha tocado las zonas más golpeadas por la delincuencia organizada, llegará mañana a Juárez, la urbe más violenta del país, donde el viernes firmará un pacto para la reconstrucción de México con organizaciones civiles.

"Apoyamos la caravana por la paz y exigiremos junto a Sicilia la aprehensión de los asesinos de Josefina Reyes y de mi madre", dijo hoy en una rueda de prensa Frayre, acompañado de Saúl Reyes (hermano de la luchadora social acribillada en Juárez), la activista Cipriana Jurado y el periodista Emilio Gutiérrez.

El abogado Carlos Spector, que representa a los cuatro mexicanos que buscan asilo político en Estados Unidos, tildó como un "genocidio" los asesinatos de los defensores de los derechos humanos en Chihuahua.

"Al mismo tiempo que asesinaron a Josefina Reyes, los delincuentes estaban amedrentando a otros activistas y muy poco después llegaron las amenazas" a Jurado, al periodista Gutiérrez y a su hijo, aseguró Spector, quien denunció la complicidad de las autoridades en esos crímenes.

En los últimos dos años cinco activistas han sido asesinados por el crimen organizado y doce han tenido que abandonar México, donde la ola de violencia se ha cobrado 40 mil vidas desde diciembre de 2006.

El caso más reciente es el de Susana Chávez, poeta y activista, creadora del lema "Ni Una Más" para protestar contra los homicidios de mujeres en la urbe, más de medio millar desde 1993, la gran mayoría impunes.

Chávez fue violada, mutilada y asesinada el 11 de enero por tres personas, entre ellos un menor.

Apenas un mes antes, Marisela Escobedo fue asesinada frente a la sede del Gobierno de Chihuahua cuando pedía justicia por el homicidio de su hija, cuyo asesino confeso fue liberado por los jueces.

Otro caso fue el de Josefina Reyes, exregidora izquierdista de un municipio aledaño a Ciudad Juárez y luchadora social durante más de dos décadas, acribillada por un grupo de hombres sobre la carretera rumbo a Valle de Juárez.

Actualmente, los 31 miembros de la familia Reyes tramitan el asilo a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU), después de que varios parientes, entre ellos la activista, murieran de forma violenta.

Sicilia, quien viaja en compañía de unos 300 activistas y víctimas de la violencia, colocará una placa en memoria de Marisela Escobedo en el lugar donde quedó su cuerpo sin vida, luego de ser atacada a tiros por un hombre desconocido.

Ciudad Juárez está considerada como la más violenta de México por registrar más de tres mil 100 asesinatos relacionados con el narcotráfico tan solo en 2010.

En lo que va de año suman ya 900 homicidios en la urbe fronteriza, atribuidos a una pugna entre el cartel de Sinaloa y el de Juárez por el territorio estratégico para el trasiego de droga a Estados Unidos.