EL CAIRO.- La incertidumbre y confusión en relación al estado de salud del ex presidente Hosni Mubarak reina hoy en Egipto, después de que su abogado afirmó la víspera que entró en coma y que fuentes médicas lo negaran y aseguraran que está estable.

“Fui informado sobre el repentino deterioro de la salud de Mubarak y ahora estoy en camino a Sharm el-Sheikh. Todo lo que sé hasta ahora es que el (ex) presidente está en coma”, afirmó anoche el abogado del derrocado mandatario, Farid el-Deeb.


En declaraciones a los diarios Al-Masry Al-Youm, antes de supuestamente viajar hasta el balneario de Sharm el-Sheikh, donde está hospitalizado Mubarak, el defensor afirmó que la salud de Mubarak se deterioró repentinamente y que sufrió un derrame cerebral.

El abogado aseguró que el ex presidente estaba la borde de la muerte, que los médicos que lo atienden hacían todos los esfuerzos posibles para salvarle la vida y que su esposa, Suzanne Mubarak, se encontraba a su lado.

Sin embargo, poco después, Assem Azzam, jefe del equipo médico del Hospital Internacional que atiende Mubarak, negó que el ex presidente haya sufrido un derrame cerebral o estuviera estable en estado de coma y aseguró que su condición permanece estable.

Azzam dijo el domingo que Mubarak, de 83 años de edad, había sufrido durante el domingo un ataque de presión arterial baja, pero que su controlado de manera eficiente, por lo que su estado de salud se reporta como estable.

“Yo lo revisé. Está en condición estable. Lo que pasó es que se sintió un poco mareado porque le bajó la presión arterial. Los médicos están atendiendo eso (…) Solamente es hipotensión, no un coma”, subrayó el médico.

Agregó que Mubarak sólo sufrió de una baja en su presión arterial baja, que le provocó que ciertos malestares, pero “nunca tuvo mayores problemas, ni mucho menos entró en estado de coma”, subrayó según un reporte de la agencia informativa MENA.

CONTRADICCIONES

Las contradicciones sobre la salud del ex presidente, quien renunció a su cargo en febrero pasado tras 18 días de manifestaciones en su contra, hicieron eco este lunes entre los medios de comunicación y la población, que estaba confundida.

Mientras sus detractores aseguraban que Mubarak estaba muy mal, que estaba muriendo a los daban por muertos, sus seguidores afirmaban que su salud era estable y afirmaban: fue su presión no un coma, Mubarak está muy bien.

Desde abril pasado, el ex mandatario egipcio se encuentra hospitalizado, bajo arresto domiciliario, en un hospital de Sharm el-Sheikh, aquejado por problemas del corazón, que han impedido su traslado a un cárcel de El Cairo.

Mubarak debe afrontar el próximo 3 de agosto un juicio por abuso de poder, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos públicos y cargos de asesinato “premeditado” contra los manifestantes que participaron en las protestas, que llevaron a su renuncia.

Por su parte, su abogado, Farid el Dib, quien ayer aseguró que el ex mandatario se estaba muriendo, este lunes aseguró que la salud del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, de 83 años, “ha mejorado”, en declaraciones a EFE.

El Dib se encuentra en Sharm el Sheij, adonde viajó ayer por la tarde al enterarse de que Mubarak estaba en coma en el hospital de esta localidad junto a la costa del mar Rojo, aunque esa información más tarde fue negada por fuentes del centro médico.

“Anoche hablé con él después de que se despertara y estaba bien, gracias a Dios”, afirmó El Dib, sin aclarar el origen de la confusión ayer sobre la salud del ex gobernante.

Sobre los males que sufre Mubarak, el letrado hizo referencia a un informe, elaborado por seis médicos y publicado el jueves pasado por el periódico opositor Al Wafd, que destacaba que el exjefe de Estado estaba muy grave y podía sufrir ataques cardiacos y cerebrales, además del cáncer que padece.

Mubarak, que renunció a la presidencia el pasado 11 de febrero, está arrestado cautelarmente desde el 13 de abril y está previsto que el juicio contra él empiece dentro de poco más de dos semanas, el próximo 3 de agosto.

Tanto Mubarak como sus dos hijos, Alaa y Gamal, están acusados de abuso de poder y enriquecimiento ilícito, así como de estar implicados en los ataques contra los manifestantes durante la revuelta popular.

En la cárcel de Tora, localizada en las afueras de El Cairo, están detenidos varios ex ministros, dirigentes del antiguo régimen y los dos hijos de Mubarak. AGENCIAS

Por latribuna.hn